sábado, 19 de julio de 2008

Faraway so close


Nápoles-1996-De la serie iluminados-Luis Cobelo

Hace bastantes años fui al cine sin saber qué película iba a ver. Fue en el cineclub Charles Chaplin de Barquisimeto, donde me nutrí tanto de cine todos los miércoles durante años seguidos y donde también viví experiencias sicodélicas con algún que otro sicotrópico ( esto lo cuento en otro post un día de estos pero la historia va en el libro que ya he empezado a escribir)
Bueno, el caso es que esa película era "Faraway so close" de Win Wenders. Como dije antes, no tenía ni idea de qué trataba y el aire acondicionado agradable y la poquísima gente que había en la sala inmediatamente me señaló que esa iba a ser una buena película.
Y tanto si lo fue. Transformó mi manera de ver la vida ( que maravilla cuando una película te enseña como si fuera un libro de filosofía)
No contaré detalles, pero los que conocen la historia del ángel que cuida a los humanos y que se transforma ( muere como ángel) en uno de ellos para luego al final convertirse de nuevo en ángel ( muere como humano) estarán de acuerdo conmigo en que te da una perspectiva positiva, cruda y optimista de lo que es la vida: un sueño. Claro, esto lo estoy contando muy resumidamente. Pero allí está el ángel del tiempo, implacable( personaje que me mató). Están también el ángel mujer que lo vigila( porque lo conocía de ángel) y lo trata de proteger de las inmundicias de un mundo cruel pero claro, no puede.
A Cassiel le pasa de todo, se hace amigo de un traficante de armas que resulta tener un corazón de oro, se encuentra con ángeles "humanos" y hasta va a un concierto de Lou Reed al que había protegido o dado inspiración en su época de ángel mientras Lou cantaba “Berlín” en una habitación de hotel en blanco y negro. La película tiene un final crudo pero maravilloso. Todos los personajes albergan en su cara una sola palabra: esperanza. Y queda el halo de que más allá del final hay un futuro y que cada uno de ellos utilizará sus oportunidades de la manera como se le presenten, porque claro, aprendieron la lección del ángel: vive, equivócate, escoñétate, ama, desea, y muere, que yo estaré allí para darte solo eso: esperanza.
Bueno, la vaina es que uno quiere creer que hay ángeles que te cuidan (quiero creer que a mi me protege una niña que espero no se escandalice de tantos errores que he cometido) y que te abrazan cuando estás llorando o estás sufriendo y te soplan en la oreja y en sus susurros te dicen que eres humano y aguantas lo que sea, porque así estás formado: para aguantar y soportar, lo que venga. Porque coño, ser un humano no es fácil, pero tampoco tan difícil.
Tan lejos y tan cerca estamos de todo, de la felicidad y del sufrimiento, en un minuto estamos del lado de la armonía y en un segundo pasamos al infierno para volver a estar felices otra vez.
Ayer, muy de madrugada, sin poder dormir, premonitoriamente me topé con la peli en la tele, la volví a ver como por quinta vez, mientras tenía a mi lado durmiendo a mi pequeño Bruno, oyendo su respiración y sintiendo sus manitos que me tocaban pidiendo seguridad en sus sueños. Y obvio, al final lloré, porque soy un llorón, y porque creo en la esperanza.
Yo quiero que en mi vida sean más numerosas las veces en el lado de la felicidad y la fe, y estoy tratando, mi ángel sabe que estoy tratando.
PD: “Faraway so close” es la segunda parte de “El cielo sobre Berlín” mucho más filosófica y densa que la segunda y un tanto pesimista, más bien nihilista.

martes, 15 de julio de 2008

Juana


Foto hecha en Navidades del 2005 en Acarigua

Y se murió, no sé ni cuantos años tenía, pero que tristeza tan grande.
Siempre me dio el trato de un hijo más, y mi hermano era entonces Juan Carlos, y sigue siéndolo obvio. De las tantas cosas que recuerdo: todas las navidades ( felices todas) desde que nací que pasé en Acarigua, los cohetes, los triquitraquis escondidos debajo de la cama,los regalos, el arbolito de navidad, los callos y las paellas familiares los domingos mientras tomábamos cerveza y los chicos y viejos jugábamos chapitas, las comidas, siempre las comidas, buenas y generosas, las conversaciones en el porche con las sillas de plástico verdes o ya de cualquier color, haciendo el equilibrio con las mismas y mi abuela Pilar regañándome porque me iba a caer, las noches de dominó con mi abuelo y chito y farruco, los regaños por mi adicción al teléfono, y que paciencia!!
Lo que más recuerdo era las conversaciones sobre literatura con ella: había un armario repleto de revistas del Reader Digest apiladas que yo empecé a leer, luego todo el mundo en la casa las empezó a leer, y ya no quedó ninguna, se fueron espaciando por la casa y por donde fuera, el closet quedó vacío. Había también otros libros de clásicos de la literatura que igualmente devoraba y luego los comentábamos.
Tento muchos más recuerdos, todos buenos carajo!
Se fue la mamá de Juan y una parte de mis buenos recuerdos de mi feliz niñez, adolescencia y madurez.
Madrid 15 julio 2008

lunes, 7 de julio de 2008

Push the "reset" button

Tengo la oportunidad de resetear mi vida, y comenzar una nueva etapa. Sin mentiras y con la verdad y la honestidad por delante.
No es que nunca haya sido sincero, solo que me he equivocado tanto tanto tanto y tanto....
Las fotos reflejan mi estado actual, en una cansado y rendido sucumbo a la belleza y a la estupidez, en la otra rezo por mi paz y la de los demás, y pido perdón y pido oportunidades. Luego está la razón por la que deseo vivir, mi amado hijo Bruno. Y en la última, soy yo, el real y verdadero yo, esa es mi cara en la superficie, delante de unos caracteres chinos que no tengo ni idea qué significan, pero me tomo la libertad esperanzadora de crear un frase para mí ( que aún en ese momento no la había descubierto), y que allí dice "Luis, tienes la oportunidad de crecer y avanzar, éste es tu chance ahora, el chance de esta era, tómalo"
Ya el botón está pulsado.