viernes, 19 de septiembre de 2008

Y tercera parada: Barquisimeto-Acarigua

Y bueno, regresar a la ciudad donde nací (Acarigua) y recordar todas esas lindas y entrañables cosas que viví en la niñez y en la adolescencia es para mi un placer gigantesco.
En Acarigua todo lo hice por primera vez y en cantidades industriales: borracheras, drogas, enamoramientos, descubrimiento de la música british ( mis amados Smiths y Cure), del rock sinfónico, Stevie Nicks, Billy Idol, Frank Zappa....pero nunca ha habido sexo en Acarigua para mi, ¿que extraña cosa me pasará cuando lo haga?
Además está allí mi mejor amigo y el más querido por mi, Juan Carlos, que no hace falta que nos veamos para retomar siempre el mismo afecto de siempre. Coño! qué fiestas inolvidables, navidades espectaculares y momentos únicos!!!
Mi abuela y su casa, en el mismo lugar y con los mismos olores, el mismo calor insoportable y la misma sensación agradable de la niñez. Viviría en esa ciudad antes que en Paris o en Nueva York, lo juro.
Donde si no quiero estar muy seguido es en Barquisimeto, anclada en esa desidia conformista y arcaica. Todo avanza, pero en la superficie, y el ideal de la felicidad es un "mall" ( eso ya es en toda Venezuela) lugares completamente alejados de la realidad de un país por unas veces tan avanzado y otras muchas veces tan pero tan retrógrado. Repito, la superficie puede maquillarse pero si no usas el mejor material ( la educación y el civismo) no podrás cambiar para mejor, siempre será maquillaje y siempre será la misma mierda ridícula y pueblerina. Lo peor de todo es que el avance se anuncia como algo mundial, y no, no es mundial: solo está pasando allí.
Se nota que detesto esa ciudad, que me lo dio todo pero que no me regaló nada. En este viaje, descubrí que Barquisimeto siempre me lo puso difícil, y yo cada vez iba a contracorriente, ( hablo también en nombre de un par de amigos que ya no vive allí y otro que si) por cada muro invisible y limitante que la ciudad ponía, lo saltaba, y así iba. Hasta que rebasé el vaso, y me largué. Cada vez que vuelvo, no tengo nostalgia de nada, solo visito a mi familia y nada más. La nostalgia de esa ciudad para mi pasó al olvido, dejó de ser "mi" ciudad, de hecho, nunca lo fue. Si algo me ata a ese sitio es el recuerdo de lo que conseguí por mi mismo.
Pocos amigos de allí quedan en mi entorno, unos que reaparecieron no hace mucho y espero que se queden un buen rato.
Y ok, ahí van unas fotos.

Con mi queridísima abuela Pilar y mi primo-ahijado Alejandro, en Acarigua

Tirado en el suelo én la casa de mi abuela con una foto mía donde quizá tenía unos 12 años

En la avenida 20 de Barquisimeto

Macho man en el túnel de Yacambú

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Segunda parada: Buenos Aires

Y si, la ciudad que me gustaría para vivir pero que complicado lidiar laboralmente con los porteños. Y aunque me mate vivir allí, pues no.
Fui para hacer este reportaje que les mostraré a continuación, sobre Latin American Idol" un concurso que emite Sony ET. Salió en "Todo en Domingo" del diario El Nacional, hace un par de semanas.
No comento nada porque ya mi opinión está en el artículo.
Gracias a Ana y a Ivana.

LOS ENTRETELONES DE LATIN AMERICAN IDOL

EL ESTRECHO CAMINO para llegar a ser ídolos




Entrar en el set de grabación y emisión de Latin American Idol debe ser lo más parecido a un manicomio. Eso sí, organizado. La histeria es la actitud, los segundos son oro puro y los minutos no existen ya que son demasiado largos: todo tiene que ser aprovechado de manera efectiva.
Todo es muy " polite" y aunque hay gritos, nadie dice groserías (y creo que más de uno quiere decirlas).
Todos están bastante alborotados. Mientras preparan las luces, el público es advertido de que se debe comportar y no sacar banderas, ni pegar gritos fuera de tono.
Los chicos y chicas que aspiran a ser el próximo Latin American Idol esperan en camerinos a ser llamados para sus turnos de canto. Hoy van a ser salvados tres entre 10 jovencísimos cantantes de toda Latinoamérica y, para cuando usted lea esto, los que aparecen en las fotos ya no son todos los que están en la actualidad. Ellos son los elegidos entre 25.000 que audicionaron.

La venezolana Erika de la Vega, junto al presentador Ramón "Monchi" Balestra, hacen una dupla interesante y delatan que los caracteres de los latinoamericanos, aunque sean similares, se diferencian notablemente: mientras Erika está relajada, el argentino parece estar más presionado. Quizá contribuya el hecho de que Erika, en su cuarto mes de embarazo, recibe de todo el equipo de producción suficientes mimos y cuidados. Casi la llevan en nubes de algodón, algo que la venezolana agradece: "Monchi –mi partner– dice que le gustaría ser mujer para quedar embarazada y que la traten como a mí". Es su tercera edición y Erika está más feliz cada año. "Los recursos cambian, las cosas mejoran y el equipo está más integrado. Somos una familia equilibrada".

TRAS LAS CÁMARAS
Antes de que todo comience frente a las cámaras, los que anhelan ser los ídolos continentales aguardan en los camerinos, ajenos al corre corre que se palpa en el estudio. Antes de diluirse en esa vorágine, ensayan y hacen ejercicios de relajación en sus espacios privados: calientan sus voces, escuchan música en sus Ipods, se retocan el maquillaje o rezan para sortear los nervios de lo que se avecina. Les pregunto por su día a día y todos hablan a la vez, algunos con muecas de fastidio.
"A veces, nos hacen levantar a las ocho de la mañana, desayunamos y no empezamos actividades hasta las cinco de la tarde. La espera se hace interminable en nuestras habitaciones (están todos en un hotel muy cerca del estudio, aunque no dicen el nombre). Menos mal que nos apoyamos mutuamente y tenemos la Play Station, de lo contrario sería mucho más espantoso". Entre los chicos parece haber una camaradería propia del género y se hacen las típicas bromas de muchachotes de colegio en recreo. Entre las chicas existen algunas reservas y quizá alguna que otra envidia, pero todo es normal y controlado, al menos en apariencia. Como dice una de ellas: "nuestro mundo se reduce a 12 personas hoy y la semana que viene seremos menos. Aunque no nos pueda gustar estar todo el día juntos, debemos mantener una armonía ya que no tenemos a nuestras familias o amigos para apoyarnos. Surgen rabias, las emociones están a flor de piel y dejamos notar nuestras personalidades imperfectas, sin olvidar que competimos por el mismo sueño en el escenario. Somos rivales".

Están deseosos de drenar emociones. Bien controlados en todo momento por el equipo del programa: no pueden salir solos y tienen acceso limitado a Internet, porque las filtraciones en foros públicos o noticias subjetivas pueden minar sus capacidades psicológicas. Los lunes tienen clases de canto; los martes deambulan por el hotel matando el tiempo; el miércoles es el día del programa; los jueves tienen actividades como filmaciones de videos o grabaciones para insertar en los programas en vivo. Y los demás días "mucho aburrimiento", según comenta otro de los chicos. "Vamos al cine pero igual estamos muy vigilados, nuestra mayor aventura es ir al supermercado e intentar contrabandear unas cervezas en nuestra compra, pero al final siempre nuestros vigilantes se dan cuenta, ya lo hacemos por divertirnos".

Sus gustos musicales no son una sorpresa: todos tienen casi las mismas aficiones que no salen de la balada romántica de cantantes latinos. No hay rock, ni heavy metal en sus venas. Puro amor. Las canciones son elegidas y supervisadas por Darta Sarmiento, el director artístico que asegura "tener cientos de canciones de todo tipo y de cualquier compositor listas para que los chicos las canten, pero eso sí, todos temas latinos".

AL AIRE
El show está por comenzar y de nuevo la locura se desata. Todos los asistentes de producción corren frenéticos para que cámaras, apuntadores, iluminadores, público y animadores estén en su lugar. Jon Secada, uno de los amables jurados, habla y ríe con Erika de la Vega y Mimí, la que fuera cantante del grupo mexicano Flans que hizo tan popular aquel hit empalagoso –"No controles"–, que inevitablemente bailamos en discotecas y que la televisión casi obligaba a ver todos los días.

Se anuncia que en cinco minutos empiezan. El jurado, sereno, espera directrices. Sus asistentes despejan el camino como si de guardaespaldas se trataran. Es un poco exagerado pero aquí cada trabajador "demuestra" su pasión, entrega y compromiso hacia el programa.
Los " latin idols" son llamados a subir al estudio. Su momento llega. Gritan de emoción, se dan besos y abrazos, no parecen tener malicia, pero quizá ya la conozcan más adelante.
Ahora sí, el show empieza. Monchi y Erika dan el pase a los chicos. Juntos cantan la canción "Obsesión" de Miguel Mateos, y a uno de ellos se le olvida la letra y otros desafinan de forma notable. Terminan y hay un pase a publicidad. Ya fuera de cámaras, desde el panel de jurados, la mexicana Mimí les dice: "¿Qué les pasa? ¿Están gritando o cantando?" Por otro lado, el "malo" pero ni tanto del jurado, el español-mayamero Gustavo Sánchez, les hace gestos desaprobatorios con las manos mientras Jon Secada pide "relajación chicos, relajación, respiren ¡¡por favor!!" Los nueve finalistas miran avergonzados a los jurados a los cuales sienten como sus padres, sus mentores, quienes los apoyan y les dan ánimos, aunque Gustavo Sánchez, el que puede parecer más ácido, igual los alienta. "Yo soy lo más dulce del mundo", dice él y que la mala "en realidad es Mimí"
Volvemos de publicidad. Todo el mundo vuelve a correr, a gritar, y me pregunto ¿por qué en todos los sets de televisión hay tanta histeria? Desde la consola del master de producción, Fabián, un joven argentino impetuoso y enérgico que parece un envase de cafeína ambulante, pide silencio insistentemente. Los encargados de la producción en el estudio se contagian de la energía del jefe y de manera incisiva y directa anuncian: "Continuamos. Quien tenga algo que decir, que se vaya afuera a decirlo o se calle, gracias". Bienvenidos a la televisión. Y el show continúa.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Madrid-Medellín-Buenos Aires-Acarigua

Y todo en un mes. Tampoco es la gran vaina. Hay personas que viajan mucho mas y en menos tiempo y no quiero saber qué pastillas toman para balancear ese trajín. Yo creo que: o tomas unas píldoras muy buenas o viajas en clase ejecutiva.
Yo, un poco de lo uno y mucho menos de lo otro. Esta vez despegué tanto y aterricé tanto que no me importaban las turbulencias horrorosas en medio de alguna parte del inmenso atlántico o la vasta sudamérica. Miraba por la ventana y decía, "a ver, avioncito, o te caes o dejas la estupidez, y tú, naturaleza, deja de molestar"
Ver la costa venezolana de camino a Bogotá, el Ávila y luego la escondida Caracas, pequeñísima desde los 10mil pies de altura. Aterrizar en una enorme Cali, esperar mil horas, despegar de nuevo, aterrizar en Bogotá, y luego despegar otra vez para llegar a Medellín, la primera parada de esta minigira latinoamericana.
El evento: Colombiamoda. Como siempre, me encuentro mi gente linda, maravillosa y educadísima. Y aprovecho para ver a queridisimos amigos-as con los que pasé momentos demasiado ricos.

Olga Piedrahita, diseñadora colombiana, dulce, maravillosa mujer
Pablo Ramírez, diseñador argentino, lo máximo


Julia y Renata, Renata y Julia, diseñadoras mexicanas


Titina, mi queridísima Titi


Trista, diseñadores mexicanos


Modelo de Vicki Otero


Vicki Otero, diseñadora argentina


Modelo de Julia y Renata


Modelo de Pablo Ramírez


Modelo de Olga Piedrahita


Modelo de Trista



Camilo Álvarez, el nuevo chico joven-outsider-promesa de la moda colombiana



Carolina Jorquera, una yegua chilena divina, presentadora de TV muy famosa en su país


Chiquinquirá Delgado, la conocen?


Isabel Henao, diseñadora colombiana, divina, preciosa, fabulosa y querida amiga


Carlos Valenzuela, el que fuera outsider de la moda colombiana, ahora un poco más asentado, igual de brillante