lunes, 12 de enero de 2009

La orquesta cambia y salva la vida

Ayer domingo salió publicado este artículo en la revista Todo en Domingo del diario El Nacional de Venezuela. Nos dieron bastante espacio, pero muchas fotos se quedaron en el camino, pues entonces las voy a poner aquí con el mismo texto Eloísa Maturén, la esposa de Gustavo Dudamel.
Pensaba hacer unos comentarios personales de la gira, pero la verdad, la forma como Eloísa narra la gira, es perfecta. Yo solo puedo decir que gracias a este viaje, mi vida cambió bastante, y es que “la orquesta salva la vida…..”


Todo en Domingo ofrece un testimonio gráfico inédito de la gira por Asia de la Orquesta Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar, mientras Eloísa Maturén, esposa de Gustavo Dudamel, narra los entretelones del exitoso periplo.


Entretelones de una gira sin precedentes
El pasado diciembre, la Orquesta Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar emprendió una gira de 15 días por China, Japón y Corea. Allí, las audiencias asiáticas replicaron el fenómeno ya vivido en Occidente y ovacionaron a los venezolanos con total fervor.
Los detalles de este viaje a través del testimonio intimista de Eloísa Maturén, esposa de Gustavo Dudamel y las imágenes inéditas de Luis Cobelo

­Por Eloísa Maturén
elomat@hotmail.com
Fotografías Luis Cobelo
luiscobelo@gmail.com


Hace 17 años, un ensamble de músicos venezolanos, la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, visitó por primera vez Japón abriendo un camino que ponía a Venezuela en el mapa de la interpretación musical académica. El pasado diciembre fue el turno de sus alumnos, los miembros de la Orquesta de la Juventud Venezolana Simón Bolívar que por primera vez se embarcaron a la conquista de Asia.
Luego de arrancar ovaciones en los escenarios más exigentes de la música clásica occidental, la brújula apuntó hacia un nuevo destino, esta vez un poco más al este.
La gira de dos semanas permitió a esta agrupación junto a su director, el maestro Gustavo Dudamel, dejar una huella imborrable en las audiencias de Pekín, Seúl, Tokio e Hiroshima.
Esta ocasión escribió también las páginas iniciales de la historia del director Gustavo Dudamel en el lejano Oriente. Para nadie es un secreto que Dudamel, en el curso de los últimos cuatro años, ha dirigido las orquestas más prestigiosas de Europa y América. Además, tiene sobre sus hombros la responsabilidad de ser considerado el director de orquesta más exitoso de su generación, no sólo porque su nombre está asociado a estos templos de la música clásica, sino por la marea que ha generado en las audiencias que generalmente acuden a los conciertos. Dudamel ha logrado que los jóvenes muestren entusiasmo ante Beethoven o Mahler. Se abre así una brecha que podría cambiar el panorama de lo que hasta ahora era usual en una sala de conciertos: demostrar que los acordes de Tchaikovsky y Ravel pueden ser tan atractivos como Aerosmith y Coldplay.

Estación: China.

Con todas las expectativas, las maletas llenas de anhelos y chaquetas tricolores, la orquesta comenzó su gira visitando China. Para los muchachos, esta primera parada fue una experiencia cultural reveladora ya que tuvieron la oportunidad de conocer varios de los sitios más emblemáticos de Pekín. Así, La Gran Muralla, la Ciudad Prohibida, el Templo del Cielo y el Mercado de la Seda se llenaron de risas y entusiasmo venezolano. Ni siquiera el frío feroz pudo impedir que aquella muralla construida hace más de 2.000 años se mostrara en todo su esplendor.
Con estos jóvenes músicos, hasta el más cotidiano de los eventos puede convertirse en todo un reto.
Es una empresa titánica trasladar a más de 200 personas en seis autobuses de un lado al otro y lograr que nadie se pierda en el camino. Y ante las predicciones de bajas temperaturas, el día antes de la visita a la Gran Muralla, los coordinadores del grupo debieron salir a comprar gorros y ropa interior térmica, para garantizar que nadie saliera sin el abrigo adecuado. Había que verlos llegar a una tienda y pedir al dependiente 240 gorros de esos azules y otros 240 pares de guantes. Por suerte, en China están acostumbrados a que todo es al mayor.
Otra de las particularidades de este viaje fue el impacto del jet lag masivo. Más de uno se dejaba vencer por el sueño a las cinco de la tarde, para descubrir con horror que a las tres de la mañana su cuerpo estaba listo para enfrentar el nuevo día. Salir del hotel no era una opción, porque entre el frío y la dificultad de comunicarse en inglés hasta el más osado desistía de la iniciativa. Aprovechar la energía para ensayar tampoco servía, había que ser considerado con aquellos afortunados que para ese momento sí conciliaban el sueño. Pero había una luz al final del túnel, una que, para asombro de los asiduos, fue la opción escogida por más de uno: el gimnasio.
Durante los primeros días, las instalaciones deportivas del hotel, de dimensiones considerables, se vieron colmadas a las cuatro de la mañana por músicos venezolanos insomnes. Hasta había que pedir el turno para usar las caminadoras o la elíptica. Cuando se les preguntaba si ese entusiasmo por el ejercicio era usual entre ellos, lo único que se obtenía a cambio eran carcajadas. Incluso se comentó que si se hacen estos viajes más a menudo se lograría una orquesta de puros atletas. Hacia el final de la gira, fueron pocos los que mantuvieron el ímpetu inicial de trotar.
El otro pasatiempo para los madrugadores negados a sudar, era instalarse cómodamente en el lobby del hotel. Un espacio agradable y con grandes asientos, perfecto para tomar un buen té verde y conversar. Aunque en este caso la verdadera motivación venía dada por la conjunción de las siguientes tres palabras: Internet / Wi-fi/ Gratis. Cuando la Orquesta no estaba ensayando, durmiendo o en alguna visita por la ciudad, el lobby se colmaba de ávidos internautas desesperados por colgar en Facebook las últimas fotos o conectarse a Skype para conversar con la familia.
Gracias a su juventud, pocos de estos muchachos recuerdan lo que era un buscapersonas o un fax. Para ellos, utilizar el servicio de mensajería Blackberry es lo más natural y obvio del mundo.
Incluso se ha convertido en la herramienta por excelencia para estar en contacto con los propios compañeros de la Orquesta. La forma ideal de organizar un encuentro o comentar alguna información importante, está a la vuelta de un mensaje de texto. Claro que las verdaderas dificultades se presentaron en Japón, donde la plataforma de telefonía celular es de tercera generación, lo que hizo que la mayoría de sus celulares se tomaran un merecido descanso.
Allí los chicos debieron ponerse en contacto con viejas tradiciones y recurrir a los clásicos teléfonos públicos.
Aparte de la cámara de fotos, infinitamente necesaria para documentar lo que acontece en cada punto de la gira, el otro objeto indispensable es el PSP, una consola de juegos portátil que resulta perfecta para los tiempos de espera, ya sea en aviones, aeropuertos o autobuses. Este aparato posee un sistema de red inalámbrica que permite interconectar varios equipos a la vez. Por eso, no era raro ver en el avión a un grupo de cuatro chicos que, concentrados en sus aparatos, disputaban torneos de tenis o fútbol que son los juegos más populares por sus cualidades colectivas.
Para pasar el tiempo algunos decidían también leer, escuchar música o incluso más de uno decidió sacar el juego de mesa, garantizando así el entretenimiento de hasta ocho compañeros. Los vuelos cortos eran la ocasión perfecta para juegos como el clásico Stop o el juego de cartas Uno. Como la gira coincidió con la época decembrina, un grupo de la Orquesta incluso se animó a organizar un intercambio de regalos.
Lo más divertido eran los regalos diarios: alguien recibió unas patas de gallina en conserva adquiridas en algún mercado chino o una pequeña tijera, manera sutil de sugerir un corte de cabello.






















Rumbo a Japón.

Uno de los momentos más esperados por todos en cada ciudad era la reacción del público. Rumores iban y venían con respecto a la frialdad o la poca experiencia de las audiencias. En Japón y Corea existe una tradición de música clásica occidental importante, pero en China es un fenómeno relativamente reciente que ha tenido un gran auge en los últimos tiempos gracias al estrellato internacional alcanzado por uno de sus artistas más emblemáticos, el pianista Lang-Lang, protegido de Daniel Barenboim e icono para esta nueva generación de chinos que han encontrado en las notas de Beethoven y Chopin una nueva forma de expresión.
Una vez más se pudo confirmar lo que durante los últimos cuatro años ha llenado de orgullo a todo el país. No hay audiencia en el mundo, por conservadora que sea, que se haya quedado inerte ante el huracán musical de estos venezolanos. Ese público que asiste a estos conciertos, tal vez un poco incrédulo, ve transformada su curiosidad en certeza y pasa de la apatía a la euforia en menos de dos horas. La gira por Asia fue la demostración perfecta de este fenómeno, en especial la audiencia japonesa, catalogada como templada y poco expresiva, al final de cada concierto, sin lograr contener la emoción, agradecía a la Orquesta con ovaciones de hasta 20 minutos. Se puede decir que, en efecto, esta es una experiencia transformadora que permanece en la memoria.
Fue realmente increíble ver a esta diversidad de público moverse al ritmo del "Mambo" de Leonard Bernstein, que tradicionalmente este ensamble interpreta como bis, ataviados con la chaqueta tricolor. Pero más asombroso aún fue ver la euforia colectiva que se desencadenó en el momento en que, al finalizar el concierto, los jóvenes se desprenden de sus chaquetas y las arrojan al público como obsequio. Marejadas de personas se aproximaban al escenario con la ilusión de llevarse el tricolor venezolano a casa. En uno de los conciertos en Tokio, sentada a mi lado, se encontraba una joven japonesa que aplaudió tímidamente y estuvo siempre muy recatada. En el momento en que comenzó el ritual de las chaquetas, se apoderó de ella una vitalidad sin precedentes y sin ningún pudor saltó sobre mí y unas cuantas personas más para poder asirse a una de las prendas. Luego volvió a su asiento y con una sonrisa que no cabía en su rostro empezó a hacernos reverencias a modo de disculpas. Por un instante me sentí en una de esas bodas donde la chica más tímida entre las solteras, al momento de lanzar el ramo, se desprende de los zapatos y se va de cabeza contra la señora mayor con tal de quedarse con el trofeo.
Los críticos más flemáticos del mundo de la música clásica han expuesto cientos de razones tratando de explicar el fenómeno que representa este conjunto: la excelente ejecución de los músicos, la característica pasión con que asumen la partitura, la comunicación que existe entre ellos y su director Gustavo Dudamel. Esta vez decidí indagar en los protagonistas, para descubrir qué es lo que hace que estos chicos enciendan la llama de la música académica hasta en el corazón más ajeno. Y para eso hay que volver a los principios que inspiraron al maestro José Antonio Abreu al crear el Sistema de Orquestas. El aprendizaje de la música orquestal le da al individuo la capacidad de aprender, aparte de las tradicionales capacidades musicales, el sentido de comunidad, de sensibilidad social, de trabajo en equipo y solidaridad. Esa filosofía ha calado hondo, tanto que es el estandarte que caracteriza el trabajo de la Orquesta. Muchos de los músicos también comentaron que sentían a la Orquesta como su familia, al punto que, muchas veces, sobre todo los que nacieron en el interior del país, comparten más con sus compañeros de atril que con sus hermanos o primos.
También ha sido determinante el que el propio Dudamel haya crecido sentado en uno de estos atriles. Para él, el hecho de estar hoy liderando cada detalle desde el podio es meramente circunstancial, pues se siente un miembro más del ensamble. Es probablemente esta cercanía lo que permite ese intercambio mutuo; esa doble comunicación que hace de cada interpretación un evento sublime. Pero hay una frase que se repite sin cesar en las bocas de estos jóvenes, y que probablemente atesore el secreto de tanto éxito.































Formar parte de esta Orquesta no es un trabajo, es la vida.

Gracias a la internacionalización de esta agrupación y el éxito sin precedentes que ha conseguido Gustavo Dudamel, el mundo entero tiene sus ojos puestos en Venezuela y en este modelo, que no sólo representa un ejemplo de excelencia, sino de los beneficios sociales que implica la masificación de la educación musical.

Cada vez que la Orquesta de la Juventud Venezolana Simón Bolívar se presenta en algún escenario del mundo, hay cientos de personas inspiradas y convencidas de que un proyecto como este debe ser una norma, porque, como bien expresa el maestro Abreu, la enseñanza musical es un derecho de todos los jóvenes y niños.










































Última parada: Hiroshima.

Pero no todo fue diversión y risas. Este viaje tuvo también momentos de reflexión. La última parada antes de regresar a casa fue la ciudad de Hiroshima. Previo al ensayo del día, la Orquesta hizo una visita al monumento erigido por la paz luego del ataque de aquel nefasto seis de agosto de 1945. El lugar, donde hace 63 años explotó la primera bomba atómica de uso no experimental del mundo, es hoy un hermoso parque con un austero arco de cemento que guarda una llama perpetua por la memoria de los caídos.
El grupo se acercó al lugar para colocar una ofrenda floral y rendir un pequeño homenaje, dejando las insignias que identifican al Sistema de Orquestas como señal de respeto. Fue un minuto de silencio que se extendió infinitamente. Muchos ojos se llenaron de lágrimas de sólo imaginar el horror que se pudo haber vivido en ese lugar. Luego de una corta visita al museo que reseña la historia de aquel momento, era hora de volver al teatro y hacer frente al ensayo y posterior concierto.
Al llegar a la sala se notaba que los chicos estaban silenciosos y la algarabía que los caracteriza brillaba por su ausencia. Al volver al camerino, encontré a Dudamel pensativo y cabizbajo, me senté a su lado en silencio y así permaneció hasta que finalmente me dijo "este es un momento muy triste, pero nuestro mensaje debe ser de esperanza. La mejor ofrenda que podemos dar al público esta noche es entregar nuestra alma a través de la música".
Tras algunos minutos, la Orquesta se reunió sobre el escenario para comenzar el ensayo y Dudamel repitió a los muchachos lo que acababa de decirme. "Esta noche debemos tocar para esos niños que no tuvieron la oportunidad de estar aquí hoy. El mensaje es sencillo. Nosotros sabemos que es posible cambiar el mundo si ponemos nuestro corazón y todo nuestro empeño en lograrlo. Queremos un mundo mejor y vamos a conseguirlo".

15 comentarios:

pochogarcés dijo...

Pana!!!! que bellas fotos y reportaje, etc, etc!!! Llevenme la proxima vez, yo les hago un par de banquetes en la travesia!!!
Supe que viniste en Diciembre, yo tenia el telefono malo!!!

Nos veremos pronto?
Un abrazo pana!!!
Que sea, este, un año muy positivo!!!

Jose Roces dijo...

Luis creo que dejaron por fuera las mejores fotos de la gira. Si bien el texto del reportaje estuvo muy bueno, viendo las fotos creo que habían imágenes muchísimo mejor que las que salieron, pero en fin... suerte que tenemos de poderlas ver en tu blog.
Saludos
J A

fredy dijo...

Un saludo de un viejo amigo desde Gijón,me ha costado localizarte pero esto de internet es la hostia, he tratado de llamarte a un teléfono que sale en tu pagina web pero siempre esta desconectado, bueno, haber si por aqui te localizo, mi correo es: collacio@msn.com

Unknown dijo...

Luis: Ví unas fotos tuyas en la revista BLITZ, en verdad no conocía tu trabajo. Gracias a Google he llegado hasta aqui y he quedado alucinado. Y de verdad q estas fotos me han tocado. Entre tanta mediocridad y fracaso que nos acosan a los Venezolanos, presenciar el éxito de la Orquesta Simon Bolivar es una bocanada de aire fresco. Gracias por compartir esas imágenes.
Saludos y éxitos!

La Flaca dijo...

De verdad como siempre tu trabajo es excepcional....gracias a tu blog podemos disfrutar de todo el esplendor de todas las fotos de la gira de la Orquesta Sinfonica siempre con la creatividad y naturalidad que te caracterizan...Suerte en este nuevo año y muchos exitos

rafael guillen dijo...

excelente testimonio luis mis felicitaciones sinceras...
saludos

Anónimo dijo...

Epa..buenisimas las fotos, y me encanto la narracion !!! y mis fotos??? aprovecho y te dejo el link de mi blog.

Anónimo dijo...

chamito tengo las lagrimas en los ojos y el corazon lleno de orgullo, y a la vez, siento una nostalgia arrecha por mi pais. Dudamel, Abreu y cada miembro y musico de esta orquesta se merecen todo lo que estan viviendo y muchisimo mas. como tu titulo lo dice ellos con su musica cambian y salvan vidas...no es solo la musica sino la parte humana que cada uno de ellos transmite en lo que hacen que los hace ser quienes son...
espero verlos cuando esten por aqui.
una vez mas mi Mamel, te la comistes!!! y me llegastes al corazon. un besote

Walis

Liseth! dijo...

Ahh Dios que hermoso!!!
Realmente estas buenas noticias son las que hacen sentir orgullo de nuestro país... El sistema es lo más valioso q tiene Venezuela!!! Casi lloró con las fotos!! Gracias por compartirlas :D

Yaneth dijo...

Buenisimo el testimonio vivo de Eloisa Maturen. Felicidades!!!!, que bueno vivir esos momentos en que la Orquesta Sinfonica Juvenil Simon Bolivar, pone a Venezuela en lo alto, sin duda Salvan Vidas, muy buenas las fotos, pero falto mi esposo Jeje, no lo vi?

Cindy Engberts dijo...

Luis;

Se me nubló la vista cuando terminé de leer este artículo. No puedo imaginar la experiencia que debe haber sido el viajar con ellos y haber sentido en carne propia todo lo que con palabras no se puede decir.

Desde hace tiempo vengo siguiendo tu trabajo y éste eb particular me dejó helada, pero con un muy buen sabor de boca.

Espero seguir encontrando trabajos tuyos de éste tipo.

Muchos saludos y felicitaciones por todas las fotos y palabras que ya has logrado publicar con éxito en medios tanto venezolanos como españoles.

:)

leidys dijo...

Estoy orgullosisima de ser venezolana. Dudamel eres toda una EMINENCIA. el reportaje estuvo buenisimo las fotos espectaculares. como siempre dejando a venezuela en alto.que ejemplo,que belleza. felicitaciones a todos los miembros de la orquesta, a dudamel por su excelente trabajo.al profesor jose antonio.magnificos, sigan asi por que solo las cosas que se hacen con esfuerzo y dedicacion son las que se llevan a cabo.felicitacionesssssssssssssssssssss........viva venezuelaaaaaaaa,,viva la orquesta.pero sobretodo que viva la musicaaaaaaaaaa....

leidys dijo...

estoy orgullosisima de ser venezolana.Dudamel eres toda una eminencia. gracias a todos por dejar el nombre de venzuela siempre enaltesido. que ejemplo, que belleza. felicitaciones a dudamel por su magnifico trabajo para con la orquesta, al profesor jose antonio que si no es por el nada de esto se llevaria a cabo.sigan asi. por solo las cosas que se hacen con esfuerzo y dedicacion son las que dejan paso invorables en nuestra existencia.que dios los bendiga.amennnn...

Martha Beatriz Rodil dijo...

Hola poeta... observe detenidamente y maravillada tu excelente trabajo, no solo el fotográfico (las de Dudamel en camerino son sublimes y la de la chica en la Habana que por rostro tiene su cabellera... lo que connota!), sino tu literatura, pero más allá, viaje contigo esas vivencias superlativas con otros, con la historia, las tierras, culturas y sentires... sencillamente me estacie... que viva el ser a través de tus ojos amigo mio!!! Martha Rodil

maryelin dijo...

Oh wow y pensar que tu primera maquina reveladora de fotos te costaria 5 mil bolivares...y hasta aqui has llegado; No tiene precio. Felicidades sobrino!