jueves, 14 de noviembre de 2013

Cárcel y Felicidad


1.
Si, ahora vivo en algo parecido a una cárcel. La sensación es deprimente y angustiante. Un país entero con barrotes: sicológicos, económicos, políticos.
Me voy un mes y aquí cambió todo. Tampoco es que antes de irme las cosas estaban bien. A ver, ahora si parece que se está yendo todo a la mierda. Los precios se triplicaron en todos los aspectos. Cuando sales de hacer la compra en el super piensas con miedo si voy a poder hacer la siguiente y es que cuando ves la bolsa con tres pendejadas y luego recuerdas la cifra, y es ridícula. Y con todo es igual, la sensación de que todo se te escapa de las manos es terrorífica.
Por eso lo de la cárcel. Como Cuba, donde comprar un pasaje para salir del país cuesta años de trabajo para cualquiera y si lo consiguen luego deben sortear la burocracia para que les den permiso y viajar. Pues aquí lo mismo. Ya entramos en esa ruleta de la suerte para ver si podemos o no conseguir los miles de miles de bolívares que cuesta un billete de avión para simplemente salir de viaje a lo que te dé la gana.

2.
En ese mes de ausencia, los chiflados que supuestamente dirigen este país van y crean un Viceministerio de la Suprema Felicidad (no le veo el sentido al ”Vice”, en fin, me da igual) y te preguntas si estás en un capítulo orweliano o en un país de verdad. Ahora resulta que los pobres son infelices, creía que no. Que el dinero no daba la felicidad, que eso era malo y ahora dicen que sí. Pensaba también erróneamente que los discapacitados y los ancianos eran felices, a su manera de vida obviamente. A este núcleo de personas, entre otros que aún no están definidos, iría dirigido el recién creado organismo, para ayudarlos a superar sus adversidades. Y digo yo. ¿un gobierno como gobierno tal y como está armado y conjugado y desarrollado y formado no debe hacer esto sin la necesidad de crear un puto ministerio de mierda con nombre de comic?
Existe algo en el trasfondo de todo esto que no sé si alguien ha evaluado. Esto es: si un gobierno crea un viceministerio para la suprema felicidad ¿quiere decir que los habitantes de ese país no somos felices? ¿qué a la felicidad solamente  se accederá  a través de un papeleo burocrático?  ¿cómo se medirá el rango de felicidad e infelicidad para aplicar? ¿no tendremos todos los habitantes de este país el derecho de ser felices en nuestras propias individualidades? En fin, me agoto, podría estar todo un día escudriñando a la estupidez y de seguro me ganaría. No se puede más.
La creación de semejante mamarrachez genera un sinfín de imaginaciones sarcásticas, irónicas y delirantes que ya mucha gente ha expresado a través del humor; una demostración de que en este país aunque tengamos un montón de razones para no ser felices, nos reímos de las payasadas generadas por quiénsabequiéncoñoseleocurresemejantedelirio  Y eso, supongo que también es ser feliz.

3.
Aquí estoy pues, escribiendo de política ( o de la problemática que crea la política) De los problemas que pasan en mi país. La verdad es que me deprime espantosamente ver que los que dirigen el país son los muñecos de los teletubbies y me asombra la capacidad que tienen de creerse lo que dicen: me quito el sombrero ante ese gigantesco cinismo puro y esencial.
Evidentemente todo esto crea una desazón enorme en mi alma. Me pregunto si habrá gente que piensa lo mismo que yo. En fin, quizá escribir estas líneas me haga sentir mejor, peor o GUAREVER. Que pereza. Y  digo como siempre, ¿a quién coño le importa?

1 comentario:

Inseguridad Venezuela dijo...

Mis palabras favoritas usadas en este artículo, son:
.pendejadas
.ridícula
.ruleta
.suerte
.puto
.mierda
.comic
.individualidades
.estupidez
.mamarrachez
.muñecos
.teletubbies
.Desazon
.Alma
.GUAREVER
.quiénsabequiéncoñoseleocurresemejantedelirio.

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