Este es el primero de varios artículos con fotografías que he escrito para varias revistas venezolanas y españolas y que tienen como denominador común la caída del muro de Berlín 20 años después.
Yo tenía en ese entonces ( el 9 de noviembre de 1989) 17 años y recuerdo que por la tele vi a personas con picos rompiendo el muro, otras de pie encima de él y todos parecían felices y liberados.
Solo atiné a pensar que cómo era posible que un muro dividiera a un mismo país. Alemanes que se separaban por unos pocos metros, ¡que absurdo! Fue ahí cuando me di cuenta del porqué hubo dos alemanias en el mundial de fútbol de 1974. Las dos disputaron un partido que ganó la DDR. Fue su única victoria. El mundial lo ganó la Alemania Federal. Y todavía me pregunto
¿que ganó Alemania en 40 años de socialismo? ¿ un sistema? ¿una forma de vida? Creo que tengo la mente nublada y no alcanzo a ver los beneficios de un sistema comunista sin que exista un enorme desbalanceo entre lo utópico y lo real. Sin dudas Alemania actualmente es una potencia que proyecta una evolución armoniosa y libre, y eso lo ganó después de que el muro cayó. Como conclusión, pues ya lo he comentado en anteriores post. El muro: bueno para nada. El socialismo: lindo en la teoría.
20 años después creo saber un poco más de todo esto de los sistemas totalitarios, capitalistas y utópicos y observo como en el mundo se han levantado cantidad de muros, sobre todo ideológicos, y la esperanza de un planeta más amable queda ya lejos del alcande de lo que me quedará de vida. Y no es pesimismo: es realismo. Pienso que lo más inteligente en estos momentos es seguir creando propios mundos y propios sistemas dentro de los que nos tratan de imponer. Diseñar nuestras utopías dentro de este caos tan desalentador. Porque coño, !qué manera de jodernos la vida¡ Y ojo, no es ir a la contraria: es girar y revolucionar más rápido que la mediocridad imperante.
¿Dónde estabas tú hace 20 años? ¿ Recuerdas qué pensaste cuando cayó el muro? ¿ Qué piensas hoy?
Berlín Berlín Berlín!!
El aeropuerto de Tegel queda dentro de la ciudad y es una delicia el sobrevuelo y descenso hacia el mismo. Berlín se abre como un abanico, plana y nada distante, se ven las comisuras de los límites, y te dices a ti mismo que podrás recorrerla fácilmente, espacios verdes por doquier te sosiegan el corazón, y la posibilidad cierta de que al bajar tendrás sensaciones nuevas así hayas ido 9 veces. Y si es la primera vez, tu historia cambiará. La vista de la bola de la torre de la televisión, si es de noche, iluminada , brillante, de colores rojo y azul -porque te informaste-te señala que allí está el este, pero ¿dónde está el oeste? No importa, ya lo averiguarás. Ya sea llegar de noche o de día Berlín te dará buena onda. Luego viene el orden, ¡Dios que delicia recibir tus maletas a los 2 minutos de bajar del avión! Tomas el autobús para Alexanderplatz, donde está la torre y centro neurálgico de ubicación de la metrópolis, puntualísimo, así llegues de madrugada, y piensas “ la certidumbre es lo máximo”
Como ya dije, la ciudad es plana, y caminar es lo primero, perderse lo segundo. Mejor es que no gastes energía en tratar de entender una lengua que ciertamente no es imposible de aprender para nadie, pero si vas dos semanas y todo el mundo habla inglés, hasta el chófer del autobús, o el sepulturero del cementerio donde está enterrada Marlene Dietrich y Helmut Newton, pues no hay por qué sufrir y si no te enteras de nada o te pierdes porque las calles tienen unos nombres que parecen absurdos, pues bien, disfruta: eso es viajar. Ayuda que el servicio de transporte urbano sea muy eficiente y que te lleva a todas partes, donde quieras, pero eso si, es un servicio caro y de difícil comprensión. Puede sonar extraño pero Berlín es una ciudad barata, mucho más que Madrid e incluso que Lisboa, las ciudades consideradas “asequibles” de Europa. Y para un venezolano, al dólar o al euro que sea, es una ciudad que se amigará con nuestra economía (venezolana) dicotómica y bipolar.
Entonces lo mejor es, conseguir un mapa, caminar y alquilar una bicicleta.
1.la suerte
El clima. Muy importante. Dicen los propios berlineses que el año tiene 5 buenos meses. De mayo a septiembre. Junio es el mejor mes para empezar a adentrarse a la cultura berlinesa. Muchas cosas suceden todos los días y se puede elegir entre numerosas opciones, dicen que en invierno es una ciudad totalmente diferente. La fiesta de la música se celebra en toda Europa todos los 21 de ese mes, y marcan el inicio del verano; es un buen comienzo para vivir el “rough way” de la ciudad. Luego inmediatamente viene la “gay parade” que obviamente no es solo para homosexuales y es con seguridad el perfecto marco para disfrutar de las mejores fiestas que surgen bajo el manto del pecado y la libertad sexual. Una de ellas, justamente el día de la “parade” se celebra en el “tuff neighborhood” de Kreuzberg. ( lleno de inmigrantes turcos llegados para construir la ciudad después de la segunda guerra mundial y de punks, fomentador de las luchas sociales en la Alemania que apenas tiene 20 años) Mi amiga Maria A.K.A KAI, cantante que mezcla la canción popular alemana con el tecnopop me introduce en este barrio y quedo alucinado con la diversidad de personajes de especiales “looks” que van desde el gótico, romántico, neo-punk hasta el loca-perdida, la modosita, el moderno happy punky, el desgreñado progresista zarapastroso con 3 perros colgando y el regular de toda la vida. Y todos viven en absoluta armonía. La música impregna las calles, hay DJS por todas las esquinas que pinchan músicas harto bailables, los bares ofrecen bebidas alcohólicas frescas y aunque casi todos y todas están etílicamente achispados, nadie hace el más mínimo gesto de violencia ni de enfrentamiento. Comparten en total libertad la opción de ser lo que uno mismo desea ser, es decir: uno mismo. La conocida DJ turca Ipek toca en el escenario principal, nada ostentoso, todos podemos subir a la tarima si lo deseamos, su música mezcla ritmos turcos con tecno y house. De repente suena el riff del bajo y la batería de “Billie Jean”, la gente enloquece y todos bailamos felices pero con un puntito de tristeza ¡michael está muerto! Que mierda. María me corrobra lo que mis sentimientos viven ese momento: “Berlín es una ciudad vibrante y viva, llena de vida agradable, de hecho el alcalde es homosexual, es muy típico de esta ciudad de mente abierta” Es decir: la felicidad existe en las ciudades. ¡Y solo es mi primer día!
2.el shock
Desde luego, lo más exótico de la ciudad sin lugar a dudas es el muro, vergonzosa pared de concreto que convirtió a Berlín en una pequeña isla occidental frente a todo un país oriental regido por la norma socialista-comunista durante 40 años. Durante ese tiempo en Alemania vivieron una utopía muy linda que al final vieron que era insostenible, claro, se dieron cuenta que era inútil mantenerse a base de doctrinas escritas. La práctica es otra cosa. A veces me sorprende la paciencia del ser humano, cuanta mierda y cuanta estupidez ha aguantado y aún aguanta. Bueno, ese muro que parecía tan infranqueable se cayó y es agradable ver que los cambios son tan divinos..... Porque realmente el que cambia es uno, los gobiernos pasan y dejan la estela de porquería en las conciencias de las personas. Los gobiernos creen siempre tener la verdad, y la verdad solo está de parte de uno mismo, nada más. La revolución está dentro de cada uno de nosotros.
Pero antes de eso hubo una guerra monstruosa y un antecedente que los marcó para siempre: Hitler, casi nada. Obligado es un recorrido desde la puerta de Brandenburgo hasta la Siegessäule o columna de la victoria, el obelisco con el ángel dorado que brilla así haya nubes negras ( ¿quién no recuerda la primera escena de “El Cielo sobre Berlín” de Win Wenders en blanco y negro sepiado?) y entonces alrededor de esta columna de magnífica observo impactos violentos de bala en todos los muros que la rodean. ¿Qué es esto? Un escalofrío me recorre la columna vertebral, y entonces me traslado mentalmente a 1945, cuando los rusos asediaban la ciudad, Adolf se rendía cobardemente suicidándose junto a Eva Braun y la ciudad se liberaba. Y me pregunto, ¿liberación? Nada más terminar la guerra, los rusos expandieron sus teorías y empezó otra era de oscurantismo para Alemania.
El muro sigue siendo el elemento que todos buscamos. No tuve mucha prisa en encontrarlo. Una de las cosas más estúpidas que el hombre ( léase hombre alfa o macho) ha intentado, en vano, es limitar las expresiones del ser humano, poniendo barreras o matando. Lo intentaron con el muro de Berlín, del que quedan pedazos pintados maravillosamente por artistas de todo el mundo, lo que desdramatiza su legado y como pared de cemento gris, simple y soso. Pero no lo lograron. Un muro inservible, idiota, macabro y ridículo. Sirve ahora verlo en pie, indultado por la historia, para recordarle al mundo que la imposición de un sistema teórico lindo y precioso en la lectura, es obsoleto en el mundo moderno. Bueno para nada.
3.el clímax ( sexo, trash y arte)
La libertad de decidir qué hacer con tu vida.
Por la calle de Oranienburger ( nada que ver con una hamburguesa) los restaurantes italianos, y tailandeses, los famosos tarantines de salchichas con sabores variados ( la currywurst la más solicitada), y el genuino “doner kebap” conviven con las prostitutas berlinesas, con sus corsets apretados hasta el paroxismo asfixiantes sus High Heels imposibles y sus faldas cortas que parecen cinturones Tienen su espacio bien marcado a lo largo de la calle: cada cuadra tiene una versión para todos los gustos, el bondage, la colegiala y la dominatrix-barbie-matrona. Berlín es una ciudad que promueve la libre sexualidad y no parece haber complejos, pero sobre todo, no hay policías que deban controlar las situaciones habituales que se generan alrededor de este sórdido mundo, al contrario de otras ciudades donde es muy probable que el crimen encuentre caldo de cultivo al lado de esta “película”. Aquí todo el mundo anda a su aire, sin temor, madres y padres con sus niños, turistas despistados, berlineses guapos-as cenando en terrazas agradables, y pocos, hacen caso a las putas: no es un issue.
En una fiesta de personajillos de la moda berlinesa, sifrinos y fashionistas insolados por el resplandor del famoseo un hombre pasa junto a mi lado, desnudo de pies a cabeza, vestido con solo una cadena de diamantes a la cintura y no veo que los “modernillos” expresen con un OHOOO! la escena; en la House of Shame, bar del underground más subterráneo de Berlín, la famosa transexual Chantal, dueña drogadicta y pasada de rosca, presenta, las mejores bandas góticas y punks del momento, las cantantes experimentales mas innovadoras, y rozar el latex de tu compañero-a de baile en la pista no significará que quieres pasar a otro nivel, osea: deja vivir.
4.I´ll be back
Si no fuera por el idioma, todo el mundo se iría a vivir a Berlín. La convivencia de lo mas trash con la exquisitez de la buena vida es posible. Definitivamente sí, en primer lugar Alemania es un país nuevo y Berlín es también una ciudad nueva, lo que la hace aún más rica y tolerante para la auto-realización del ser humano integral. Es fácil sentirse libre. No existe el miedo. Berlín nunca fue y nunca será. La gente hace lo que le gusta. Evoluciona, cambia, reacciona. Por lo barato que resultan las menudencias de la rutina de la vida occidental, es una ciudad fantástica para trabajar y ser creativo, contagiarse de la metodología geométrica y gris alemana y resaltar, ser respetado. El arte es una muy buena manera de cambiar las cosas. La cultura underground se mezcla con el mainstream y no es un asunto importante. Y una cosa que nos parece relevante: No hay prácticamente ningún crimen.¿ quién se quiere venir el año que viene?
lunes, 2 de noviembre de 2009
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3 comentarios:
PANA, sencillamente arrechísima tu reseña sobre Berlín. Que de pinga todo lo que escribiste y todo lo que viviste. Parace un cuento, o más bien, parece una realidad utópica. Que envidia!!! (Ojo! envidia sana). Eso de vivir y dejar vivir, es muy cierto. Ojalá algún día lo entendamos como sociedad. Y como pueblo entendamos que "los gobiernos creen siempre tener la verdad, y la verdad solo está de parte de uno mismo, nada más. La revolución está dentro de cada uno de nosotros". Que bueno te quedó esto.
Mi saludo, respeto y admiración.
Henry Pino, Cs-Venezuela.
Saludos a Tita
Como dices "ahora después de 20 años" es q puede verse exactamente q representó para unos y otros, desde adentro y desde afuera, esta etapa, pq mientras esos "experimentos" están en pleno desarrollo siempre queda en unos la esperanza de q algo bueno surja de eso y q sea el principio de una nueva manera de vivir en sociedad; en otros siempre hay resistencia a la ruptura con el pasado inmediato y de una manera ciega se niegan a percibir exactamente qué está pasando... pero como sea, mientras el régimen dura hay mucha incertidumbre, no sé sabe cómo terminará aquello. Ahora, 20 años después, pudiste ver y oir q significó aquello para la sociedad alemana en general en esa época y lo q dejó para el futuro, q es el presente q éstá corriendo.
Me encantó el post y la manera como lo diseñaste... aunq siempre queda un suspirito al final al pensar en nuestra ¿realidad utópica?
Ingrid, Ccas, Vzla
Esta foto al final, la de la boca del tigre, es absolutamente hermosa. Qué ojo.
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