Las brasileñas

Este post es el último del periplo Madrid-Caracas-Sao Paulo-Madrid, que empezó con el post "Caracas Caracas". Fui a Sao Paulo con un itinerario de avión bien particular, que partía desde Maiquetía a las 6am (4am yo desde la ciudad) haciendo escala en Manaos, sin salir del avión, para luego ir a SP. ( y el regreso aún peor, caos en el aeropuerto, vuelo en plena madrugada...en fin, y muchas horas juntas de cabina presurizada)
Mi primera impresión de la ciudad es negativa: tráfico espantoso. Sao Paulo es una ciudad que está encerrada en moles de hormigón arquitectónicas que parecen piezas ideadas por los más abstractos artistas del ladrillo. Puedes estar encerrado por horas en el interminable tráfico que abarrota sus avenidas y calles y si no te quedas dormido en los kilométricos atascos, puedes descubrir al menos ese “museo de concreto” que te distraerá en la tediosa espera en medio del smog.
En el corazón de todos esos edificios de pisos más allá del 50 con helipuertos para los ricos que odian el tráfico (los que no lo somos también lo odiamos) hay una ciudad amable y entrañable. Que también tiene sus favelas como casi toda ciudad latinoamericana que se precie de haber tenidos políticos ineptos. Pero no vi ni un solo rancho, y reitero es que hay tantos edificios que no se ve más que solo eso: cemento.





Pero el tema aquí son las brasileñas, mujeres que fueron concebidas bajo una fórmula diferente, única y muy especial. Desconocemos absolutamente la cadencia y la sensualidad de la mujer brasileña (en Venezuela). Por años, creí que las mujeres más bellas están en Venezuela y sigo pensándolo por supuesto, pero solo por ese absoluto sentimiento de conexión y de sintonía hasta el momento incomparable.
Es difícil ser objetivo cuando has crecido en Venezuela. Aunque los viajes me han descubierto que la belleza está más allá de cualquier nacionalidad: todas las mujeres son bellas, TODAS.





Bueno, pero lo que diferencia a la mujer venezolana de la brasileña por ejemplo, es que ésta no posa, no sale a la calle a exhibir una sensualidad ficticia: es real. La venezolana pierde demasiado tiempo en la elaboración de un status-look-femenino que en muchas ocasiones no casa con su personalidad( hay afortunados casos en que coordina todo) Y no dejo de acotar que la mujer venezolana no es acomplejada, sobre todo la que proviene de los estratos sociales más humildes.









La brasileña no pretende nada, es como es y punto. Por las calles de Sao Paulo ves a las chicas a los ojos y se nota que tienen una personalidad fuerte, te miran fijamente ( no con cara de perra) y te hacen un escaneo general para luego desviar la mirada hacia adelante, siguen su camino, pero en ese previo escaneo te dan la posibilidad de que les hables, y eso ya es como lo veas tú, o le hablas o te derrites. Rigen mucho los tatuajes, que les dan un toque sexy y agresivo sin llegar a tanto porque al final son mujeres que quieren que las mimen y las traten con dulzura. De todas formas, Sao Paulo no es la ciudad mas idónea para hacer comparaciones ya que es el sitio donde hay mas mujeres bellas por centímetro cuadrado de todo el planeta ( cifras científicas avalan tal teoría) Y en Rio de Janeiro, también tienen el mismo comportamiento pero es que Rio es otra cosa, Rio es Rio!!
Total, que ni las venezolanas, ni las brasileñas, ni las argentinas, ni las cubanas ni las españolas son mejores o peores que ninguna.

PD: Este trabajo se hizo los días 12, 13 y 14 de diciembre de 2007 con gente muy divina, para la revista Luz de Argentina y la revista EME del Nacional y Complot, ambas de Venezuela. El estilismo es de Matilda Blanco, editora de moda en Buenos Aires y contó con la inestimable ayuda de Ana Cuevas del canal Sony E.
Las modelos son Mariana Velho, la ganadora de Brazil next top model y Fernanda Motta, la presentadora del programa y top model brasileña